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QuĆ© es el Tarot?
 El Tarot es una representación simbólica de ideas Universales, en las cuales estĆ” basada la mente y el comportamiento Humano. Y en este sentido contiene una doctrina secreta, a la que es posible acceder, pues de hecho estĆ” ya en la Conciencia de todos, aunque el Hombre comĆŗn pase por la Vida sin reconocerlo. "Arthur E. Waite" creador del Tarot Rider-Waite

El Tarot ArquetĆ­pico.
Una de las principales fuentes de dificultad que existe en comprender la Naturaleza y magnitud de la contribución que Jung aportó a la Vida de nuestro tiempo, se debe a que tanto sus seguidores como sus discípulos creen que el interés principal se halla en lo que llamó el «inconsciente colectivo» en el Hombre. Es verdad que fue el primero en descubrir y explorar el inconsciente colectivo, y darle una importancia y un significado verdaderamente actuales. Pero, en última instancia, no fue el misterio de este inconsciente Universal en la mente del Hombre, sino un misterio mucho mayor, lo que obsesionaba a su Espíritu y le condujo hacia esta investigación, y esto era el misterio de la Consciencia y su relación con el gran inconsciente.
No es sorprendente, pues, que fuera él el primero en establecer la existencia de la mayor y mÔs significativa de todas las paradojas: el Consciente y el inconsciente existen en un estado de profunda interdependencia y el bienestar de uno es imposible sin el bienestar del otro. Si alguna vez la conexión entre estos dos grandes estados del Ser se debilita o se desequilibra, el Hombre enferma y su Vida pierde significado. También, si se interrumpe el flujo de un estado a otro, el Espíritu Humano y la Vida en la Tierra caen en el caos y en la negra noche. Por lo tanto, para Jung la consciencia no es, meramente un estado racional e intelectual del Alma y del Espíritu. No es algo que dependa solamente de la capacidad de articulación del Hombre como sostienen algunas escuelas de filosofía moderna, hasta el extremo de pretender que lo que no se puede articular verbal y racionalmente, carece de significado y no merece ser expresado. Por el contrario, demostró empíricamente que la consciencia no es sólo un proceso racional y que el Hombre moderno precisamente estÔ enfermo y desprovisto de sentido, debido a que desde hace siglos, ha perseguido cada vez mÔs un desarrollo equivocado, bajo el supuesto de que la consciencia y los poderes de la razón son una y la misma cosa. Y cualquiera que crea que esto es una exageración, que considere el «Pienso, luego existo» de Descartes y podrÔ identificar inmediatamente el caos que esto provocó en Europa, conduciéndola hasta la Revolución Francesa, cómo inició una monstruosa primavera en la Rusia soviética y promovió la sumisión del Espíritu creativo del Hombre en lo que una vez fueron las ciudadelas del significado de la Vida, a saber: las iglesias, los templos, las universidades y las escuelas de todo el Mundo.
De su trabajo entre los así llamados «enfermos» y los cientos de «neuróticos» que acudían a él, Jung obtuvo pruebas de que la mayoría de estos desórdenes mentales los causaba un estrechamiento de la Consciencia, y que cuanto mÔs estrecha es y mÔs racionalmente enfocada estÔ la Consciencia del Hombre, mayor es el peligro de oponer entre sí a las fuerzas Universales del inconsciente colectivo, hasta el punto de que se levanten, por así decirlo, en rebelión, e invadan los últimos vestigios de una Consciencia tan dolorosamente adquirida por el Ser Humano. La respuesta para él era clara: sólo trabajando continuamente en el incremento de su consciencia hallaba el Hombre su mayor significado, así como la realización de sus valores mÔs altos. Jung estableció, volviendo a su paradoja original, que la Consciencia es el mÔs profundo sueño del inconsciente y que tan atrÔs como uno pueda llegar siguiendo la huella del Espíritu del Hombre, allÔ donde se desvanece en el último horizonte del mito y de la leyenda, el Hombre ha luchado incesantemente para adquirir una consciencia cada vez mÔs amplia, a la que él prefirió llamar «darse cuenta» (awareness). Este darse cuenta, incluía todo tipo de formas de percepción irracionales, tanto mÔs preciosas en cuanto que son los puentes que unen la inagotable riqueza de significado aún desconocido del inconsciente colectivo, siempre dispuestas a aportar los refuerzos que amplíen y confirmen el conocimiento del Hombre comprometido en una campaña sin fin contra las exigencias de la Vida en el aquí y el ahora.
Ɖsta es, quizĆ”, una de sus mĆ”s importantes contribuciones para una nueva y mayor comprensión de la naturaleza de la Consciencia; solamente podĆ­a ampliarse y renovarse a medida que la Vida pidiera dicha renovación y ampliación; manteniendo sus lĆ­neas irracionales de comunicación con el inconsciente colectivo. Por eso tuvo en gran consideración todas las formas irracionales con que el Hombre habĆ­a tratado de explorar los misterios de la Vida y habĆ­a estimulado el conocimiento consciente del Universo en expansión a su alrededor hacia nuevas Ć”reas de conocimiento y de Vida.
Esto explica el interés que demostró, por ejemplo, por la Astrología y el significado del
Tarot. Reconoció, como en muchos otros juegos y artes primordiales de adivinación de lo oculto y del futuro, que el Tarot tenía su origen y raíz en profundos modelos del inconsciente colectivo con acceso a potenciales de consciencia incrementada y que únicamente se adquirían cotejando estos modelos.
Este reconocimiento fue otro de estos puentes irracionales que permitieron llevar día y noche, a través de la aparente escisión entre Consciente e inconsciente, lo que debiera ser una corriente creciente de trÔfico entre la oscuridad y la Luz.
Jung, como persona profundamente intuitiva que era, se vio impulsado por su visión demoníaca a no detenerse en ningún aspecto particular de, su visión. Se requería todo lo que él tenía de razón y el método de un dedicado científico, como él lo era, para conseguir la voluntad necesaria que le permitiera permanecer el tiempo suficiente en un estadio particular de su obra, a fin de establecer empíricamente su validez. Una vez hecho esto, tuvo que, por así decirlo, desmontar su carpa intelectual y enviar la caravana mental hacia el siguiente estadio de su viaje sin fin...
Sin duda alguna, los personajes del Tarot irrumpen en nuestra Vida (al igual que lo hacen los personajes de nuestros sueƱos) para traernos mensajes de gran importancia pero al Hombre moderno, embarcado como estƔ en una cultura de la palabra, le es difƭcil interpretar el lenguaje no verbal de estas imƔgenes.
El viaje a travƩs de las cartas del Tarot, es bƔsicamente un viaje a nuestra propia profundidad. Cualquier cosa que encontremos en este viaje es, en el fondo, un aspecto de nuestro mƔs profundo yo. Dado que el origen de estas cartas data de un tiempo en el que lo misterioso y lo irracional eran mƔs reales que hoy, nos servirƔn de puente para llevarnos en busca de la Sabidurƭa ancestral que todavƭa se halla en nuestro mƔs profundo yo. Una Sabidurƭa muy necesaria en la actualidad, tanto para resolver nuestros problemas personales como para encontrar respuestas creativas a preguntas
Universales que nos conciernen a TODOS.

 

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